martes, 22 de marzo de 2011

HISTORIA DE MI BAHÍA (SAMANÁ)

Descubierta por Cristóbal Colon en su segundo viaje a las Américas el 12 de Enero de 1493, la Península de Samaná fue el primer sitio del Nuevo Mundo donde los conquistadores españoles sufrieron oposición violenta. Los indios Ciguayos, antiguos habitantes de la zona, los recibieron a flechazos. Por este motivo a una parte de la bahía se le denominó el Golfo de las Flechas.
Durante 200 años (1600-1800), los gobiernos de España, Francia, e Inglaterra lucharon por el dominio de la península, dejando como beneficiarios de esta inestabilidad a los piratas y bucaneros franceses e ingleses, así como a los esclavos e indígenas alzados, quienes utilizaron la zona como refugio y centro para sus actividades. En 1625 ingleses y franceses, se posesionaron de la Isla de San Cristóbal (Sant Kitts) Antillas Menores, donde se dedicaron a la cacería de animales salvajes (bucaneros), a la piratería (filibusteros) o a la agricultura (hermanos de la costa). Muchos de ellos se establecieron en la Península de Samaná, formando pequeños núcleos urbanos como La Terrienne, Petit Port, Saint Capuce, La Basse Terre. Los filibusteros introdujeron el cultivo del coco, café, caña de azúcar… quedandose hasta finales del siglo XVII, cuando el gobierno de La Tortuga ordenó su desalojo debido a la excesiva distancia del centro de operaciones filibusteros y bucaneros.
En 1690 el corsario Jack Banister combatió contra dos fragatas inglesas en el borde de un cayo al que se le llamo “Cayo Banister”, actualmente “Cayo Levantado”, visitado hoy por miles de turistas. Banister colocó los cañones de sus barcos en el cayo y con sus hombres se defendió, matando a más de doscientos de los marineros de Su Majestad.
A comienzos de 1700 el ayuntamiento de Santo Domingo propuso a España poblar la Península de Samaná de españoles para contener las continuas usurpaciones francesas. La zona fue poblada con numerosas familias venidas de las Islas Canarias. La ciudad de Santa Bárbara de Samaná, capital de la provincia, fue fundada el 21 de agosto de 1751, por el gobernador español Francisco Rubio y Peñarada.
En 1724 los españoles perdieron dos galeones: “Nuestra Señora de Guadalupe” y “Conde de Tolosa”, en los arrecifes cercanos a Miches. Habían buscado, sin éxito, refugio contra una tormenta.  En 1782, el buque francés “Scipion” encalló en el, desde entonces llamado, Puerto de los Ingleses, en la costa Sur de la bahía, mientras luchaba contra tres barcos ingleses.

En 1783 en el
poblado de Samaná existían cuarenta y nueve casas y unas doscientas quince personas. El interior de la península estaba deshabitado. En ese mismo año un antiguo pirata francés de nombre Juan, decidió “huir de sus compañeros refugiándose en un rincón de la península donde permaneció completamente oculto”. Al cabo de veintidós años este ermitaño fue descubierto por uno de sus antiguos compañeros. La ubicación del lugar donde residía Juan fue denominado Punta Ermitaño y el islote frente a la misma lleva ese nombre. Se encuentran a pocos kilómetros al Este de El Limón. 
Con el Tratado de Basilea de 1795, Francia recibió la totalidad de la colonia española de Santo Domingo, incluyendo la península de Samaná, a cambio de ceder sus conquistas en los Pirineos a España. El gobierno francés quería construir, en el extremo de la bahía de Samaná, una ciudad “que pronto se convertiría en el almacén de todas las ciudades de Europa”.
El traspaso a Francia de la colonia española de Santo Domingo ocurrió seis años después de iniciarse la revolución francesa de 1789, hecho que pronto tendría enormes repercusiónes en la colonia de Saint Domingue, donde los esclavos se rebelarían exigiendo los mismos derechos de “libertad, igualdad y fraternidad”.
En 1793 Francia abolió la esclavitud en Saint Domingue.

En 1801 el haitiano Toussaint Louverture, aliado de Francia, invadió la parte oriental de la isla, controló las ciudades de Santo Domingo y Samaná. Sin embargo, Napoleón Bonaparte, quien había llegado al poder a finales de 1799, envió una flota con más de ochenta navíos y 58.000 hombres. La mitad de esa flota, encabezada por el general Leclerc, llegó a Samaná en Enero de 1802 y observándola Toussaint exclamó: “no nos queda nada más que perecer, toda la Francia ha venido a Santo Domingo para vengarse y acabar con los negros”. La guerra entre franceses y haitianos duró dos años (1802-1804). Los soldados de Napoleón, victoriosos en Italia y Egipto, no pudieron contra los negros haitianos, quienes tuvieron como aliada a la fiebre amarilla. Más de cincuenta mil franceses, incluyendo a Leclerc, perdieron la vida. Saint Domingue declaró su independencia el 1ro. de enero de 1804, adoptando el nombre de Haití.
El general frances Louis M. Ferrand tomó la ciudad de Santo Domingo en 1804, la cual fue sitiada, en mayo de 1805, durante tres semanas por veintiún mil haitianos, hasta la aparición de una escuadra francesa que se dirigía hacia el Oeste, hecho que estimuló a los haitianos a levantar el cerco y volver a Haití. Sin embargo, el ambiente tras el levantamiento del sitio era tal que muchos dominicanos y extranjeros optaron por emigrar. Ferrand trató de reconstruir la colonia promoviendo la plantación de café en Samaná, cuya población francesa en 1808 había crecido tanto que ordenó la confección de planos para una ciudad modelo en Santa Bárbara de Samaná, con jardines al estilo de Versailles, un palacio, un teatro, fuentes estanques y una Plaza de la Comedia que se llamaría “Puerto Napoleón”.
La resistencia de Sánchez Ramírez contra Francia se inició en 1808, año en que tuvo lugar la batalla de Palo Hincado, en la que los dominicanos derrotaron a los franceses. Un escuadrón inglés de cinco buques fue enviado desde Jamaica entrando en la bahía de Samaná el 10 de noviembre de 1808. Capturó cinco barcos y destruyeron el fuerte de Santa Bárbara. Los ingleses entregaron Samaná a Sánchez Ramírez “bajo la condición de que los derechos de los habitantes franceses serían respetados y sus propiedades mantenidas”. En ese momento la población de Santa Bárbara era de poco más de mil personas. Con la entrega de Samaná, los franceses sólo quedaron en posesión de Santo Domingo, hasta su rendición en julio de 1809.

La bahía y península de Samaná tienen un historial importante, lleno de curiosas anécdotas, pero indudablemente el período entre 1795 y 1819 fue el más interesante de todos, y fue durante esos conflictivos años cuando nació el célebre pintor Theodore Chassériau.

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